De la vida de un Colegial en el siglo XVIII: El hallazgo del Cartapacio de la Casa del "Ataúd" Por Antonio Clavijo Piqueras
Entre los papeles que acumulo con cierto desorden en mi mesa,está este singular cartapaciodel "Ataúd". No puedo dejar de contar lo que aún recuerdo de tiempos muy pasados para la mayoría, pero que en mi memoria los tengo presentes. Decía que a finales de los años cincuenta, iba a la Academia de Música del Ayuntamiento que dirigía Don Antonio Gijón, !!! Qué grandes merecimientos, para él, la Banda, y cuantos les siguieron !!!.
La Academia con su pizarra de solfeo estaba en la planta baja de la casa que llamaban "Ataúd" por su forma, en la confluencia de la calle la Yedra y Toscas. Entrábamos por unas enormes puertas verdes enmarcadas al frente. Daban acceso a una sala grande, estrecha a la entrada y amplia al fondo, con la pizarra del pentagrama indeleble a la izquierda, a su frente los bancos; y al final, a la parte derecha, el acceso a un cuarto arruinado, con ventilacíón a la Yedra.
Don Antonio nos advertía de los peligros del acceso, pero nosotros pasábamos a curiosear entre el escombro. Las alacenas, que debieron servir de archivo, estaban desvencijadas, pero entre tanto ripio se acumulaban numerosos papeles de calco, tacos de entradas atrasadas de los toros, cartelitos con la ficha e imagénesdepelículas muy coloridas e innumerablesinformes con folios mecanografiados que comenzaban:
-"Sr. Juez de Paz. El aquí presente Vicente Merino, Alias el Repiso, Declara..."
Sin saber qué podría ser aquello, llamamos a Alberto, un chaval mayor, espabilado, hijo de Francisco, el carpintero de la calle Calvario, que asistía en el Ayuntamiento. Él ordenó un documento y leía lo grueso del expediente, que más tarde supimos: era una instrucción del Juzgado,por ejemplo:
-"El llamado Juanillo, el Arrancarretamas, fue sorprendido con un romo removiendo las matas de paloduz en la Fuente de Abajo,huerta de Don Antonio Malo, con intención evidente de escarbar y arrancar las raíces más gordas para trajinar con ellas en la Glorieta..."
Y ahí dejaba de leer Alberto – sin interés y por aburrimiento- decía que siempre arramblaban membrillos, guindas, granás, no digamos melones, junto a los vereones o arroyos; incluso lasmatas de garbanzos verdes en el camino de San Benito porque la tradición decía que estaban bendecidos y eran más tiernos; los que no creían en la sagrada causa, lo achacaban a la calidad del terreno y del agua. El Juez, si era la primera vez, los reprendía, hacía como que no escuchaba sus alegatos, y les mandaba que se fueran.
Seguimos escarbando en aquel revoltijo y uno de nosotros, debajo de una espetera, apartó unos cacharros de porcelana desportillados caídos de un chinero, yadvirtióun cuadernillo apergaminado, cosido por el lomo, con manchas de humedad, caligrafiado, en cuya cubierta tenía la impronta del Escudo de la Colegiata de Señor Santiago. Y bajo el mismo decía :
PRIMIEXERCITIA GRAMMATICAE
Insignis Ecclesia et Collegiata delSeñor Santiago
Juan Alamo Clavijo
Lo cogíó Alberto, pasó algunas hojas con envanecimiento y curiosidad, y dijo que era como nuestras libretas de la Escuela, eso sí , con una parte de la casi desusada lengua de los curas, en la que rezaban la misa y que los monaguillos sabíamos a tropiezos, o la letanía que salmodiábamos en el rosario de la escuela en las tardes de Mayo, el mes de las "Flores a María", a lo que Manolo, el Pintorcillo, elevando el tono arrancó: --"salus infirmorum, refugio peccatorum, consoladora aflictorum,.."- Calla, -prorrumpió Alberto-, no sabes lo que dices, eso es latín.
Don Antonio nos previno que salía al Ayuntamiento para elaborar el Aviso con las composiciones musicales del Concierto del Domingo en la Plaza, creo que entonces,del Generalisimo, junto a las mesas del Casino. Alberto cogió el cartapacio y nos sentamos a su alrededor en los alargados e incómodos bancos corridos de los ensayos y del templete. Pasó algunas hojas y comentó los apartados:
•Las Clases de palabras
•Sintaxis
• Retórica y Oratoria
•Traduccion : M. Tulli Ciceronis Epistulae ad Atticum
•Apendice de terminos latinos con version al castellano
Varia Composicion de textos
En este último apartado, casi desprendidas y carcomidas algunas de sus palabras se hallabanunos infolios. Yo, siguiendo lo que mi abuelo Antonio me inculcaba –no hay que tirar el panporque es el alimento del cuerpo y del alma y atesorarlos papeles manuscritos porque algunos pueden alimentar la mollera-, me apropié de aquel cartapacio y transcribo las formas que considero apropiadas para este asunto:
En Castellar, día del Señor de 31 de marzo de 1752
Como muchas otras mañanas acompañaba hastaLa Colegial a mi tío Juan, el Canónigo, bajo cuyo techo vivíamos. Era un hombre fuerte, achaparrado, pero no gordo; su cabeza proporcionada con abundante pelo negro, agrisado en sus incipientes entradas,que siempre llevaba aplastado, alisado, recortado, dejando sus pequeñasorejas siempre al descubierto; también sus ojos eran redondosy pequeños y con un penetrante color azul que desarmaba a su oponente;la nariz delgada, poco prominente, agavilanada; la cara algo mofletuda y enrojecida como su despejada frente. Labios finos, comisuras pronunciadas y barbilla diminuta, ovalada, casi hundida en su sotabarba; robusto el cuello que anunciaba la rotundidad de su persona.
Declaración de mi tío sobre los familiares a su cargo:
La Misa de Alba por Dn. Alphonso del Valle, Canónigo.
A diario y a primera hora el Sacristán abría las puertas de la verja de la Colegiata que chirriaban y se entremezclaban con las campanadas de las horas del reloj de la Torre. Un poco antes tocaba el barbero en la puerta paraacicalarlo y tras ese menester,recorríamos el tiro de piedra desde nuestra casa en la Calle La Plazahasta la Colegial.
Aún era de noche, pero los hachones situados a ambos lados de la entrada de la Colegial daban la luz suficiente para reflejaren los cantos rodados de la callelas gigantescas lanzasde la verja que simbolizaban el acometimiento y defensa de la Cristiandad de los Caballeros de la Orden de Santiago. También, al frente, en el Palacio del Señor de este Estado, Casa de Benavides, comenzaba el trajín de los palafraneros.
Las gentes del Lugar, trassuReverencia y Señal de la Cruz,iban ocupando los bancos de la única nave principal para asistir a la Misa del Alba. Los Colegiales noscolocábamos en la parte izquierday trasera del crucero que nos permitía seguir sin distracción la ceremonia.La parte derecha tenía menos bancos y sí muchos reclinatorios de cuyostapizados y colorido tan jubilosas se mostraban sus titulares;orientados a la capilla, se ocupaban en su totalidad en la hora vespertina del Rosario. A punto de comenzar la Ceremonia de la Misa, el resto de Beneficiados y Prelados salían en fila por la puerta de laSacristía y se encaminaban por el pasillo central a sus Sitiales en el humilde Coro del fondo.
Correspondía decirla Misa a Dn. Alphonso del Valle. Solía alagarse mucho en los rituales y pompa de la Misa, aunque fuera Llana u Ordinaria . Los Acólitos, en esoscasos, respondían con presteza sus latinajos o con celeridad presentaban y retirabanla vinajeras en el Ofertorio.Sin embargo, quizá porqueDn, Alphonso también era Labrador, conocíaque a cada cual le llamaba su tajo y abreviaba.
La exégesis de "La Parábola del Sembrador" por Dn Juan Alamo Clavijo
Mi tío Juan aquella mañana subió al Púlpito para desglosar el Evangelio deSan Lucas, "La Paráboladel Sembrador", y lejos de hacer un Sermón al uso donde mostraba su dominio de la Retórica, con el fin de conmover a sus fieles, orientó el Evangelio hacia el abuso y agravio que causaba el ganado en el campo. Y preguntó:
- Hermanos, ¿Y no es lo mismo abandonar el ganado para comer en ajeno, en las tiernas plantas que crecen por la Gracia de Dios,que sembrar entrezarzas o en las piedras linderas del camino? ¿No es en ambos casos simiente perdida? ¿Para qué tanto esmero, tanto escardar, arar, binar, terciar,... ?Y si el campo es nuestro Templo porque nos proporciona el alimento del Cuerpo, ¿qué debemos hacer, hermanos, cuando lo arruinan, cuando lo atropellan?, ¿ No debemos hacer como Jesús,cuando arrojó a los mercaderes delTemplo del Alma? ¡¡¡Pues,echémoslos del Templo delCuerpo y del Alma!!!
Nunca lo vi tan enardecido, tan irascible, un mechóndel pelo, casi ceniciento, caía sobre su amplia frente al tiempo que su puño caía con fuerza en el cerco del antepecho del púlpito que , se diría, removía los cimientos de aquella enorme fábrica . Parecía guardar las Palabras de Jesús: " A Dios lo que es de Dios y al Césarlo que es del César". Yprosiguió con tres ejemplos, no exento alguno, de Caridad Christiana:
Primero: Los atropellos del ganado en la Ayozar y en La Cañada.
Porlos Clavos de Cristo, Hermanos, cómo, después de haber roturado el monte con el azadón, a golpe de tirada del mendrugo de pan a diez pasos para darle un bocado cuando llegábamos a él; cómo, después de haber murado el pedazo de peñones, hechos los hollos, puestas las estacas y brotadas las primeras sierpes, ¿cómo permitimos que eldesorden de los ganados atropelle y salte las cercados ?
La Iglesia muestra la Verdad: la indefensión del labrador, y ruega a los Alcaldes Ordinarios, uno aquíen Misa,extremen sus obligaciones. No se puede alegar que por ir a abrevaral pilar de La Ayozar , el ganado se desperdiga y vete tú a saber.
Segundo: Una merienda en La Carrasca Descansadera de la Parrilla.
Días pasados, Queridos Hermanos, en el Sermón dedicado a nuestro Señor Patrón San Benito, me quejédel daño causado por el ganado en el cortijo deLa Parrilla. Hoy sabemos qué ocurrió y cómo se remedió.
Se encontraba un porqueretepronto a cumplir su mayoría de edad, con su ganado al amparo de la frondosa Encina Descansadera de La Parrilla. En esto que acertaron a pasar por allí hasta tres muchachas garridas, dos de ellas casaderas, camino de la Huerta de Las Pilas.Viendo que el zagal estaba recostado, se pararon conél al pie de la carrasca para tomar la merienda que llevaban en un hatillo .Se solazaron y se durmieron, dejando su cuidado entre la verde hierba olvidado.
Los animalesque se sintieron ajenos a la voz de su amo, se descarriaron y entraron en sembrado. Las cabras, en desconcierto, ramoneaban los haldares de las olivas, las ovejas balaban y rumiaban en el verde de las bestias, y los cochinos hozabanentre las tiernas raíces de la huerta.
Cuando el aparcero volvió al cortijo con su apero y vio tal desaguisado, vociferó, maldecíase, se mesaba las barbas diciendo que la culpa era de aquellas bigardas que habían soliviantadoel ánima serena del porquero... Preguntado el respecto, Ramón, que así se llamaba el porquero, confesó y no negó el descalabro: – "las veredas eran largas -casi susurraba-,el camino estrecho, y las mozas en aquellos inhóspitos parajes, escasas. Dios me concedió degustar ese dulce licorentre perlas destilado yno me arrepentiré"
Ya conocéis todosel fin que tuvo el agravio : la entrega, ante el Alcalde Ordinario, deun cabritoy de una primala de cerda al aparcero. No cobraría su soldada hasta restañada la deuda.
Quisiera, todos hijos de Dios, - pronunciaba comprensivo mi tío- que entendieraisque el hombre es la causa del daño del ganado en lo ajeno, es como la cizaña en la siembra, ycomo el Diabloque se camufla entre las encinas, las rosas y las azucenas, y se clava sin dolor en el Corazón de los hombres.
Tercero: La dolorosa queja de los Clérigos que arriendan a Terrazgo
Sabéis de la gran devoción que profesabaDoña Margarita Faxardo, Hija en Jesucristo,a nuestro Patrón San Benito, especialmente en el voto de pobreza y de oración. Por ello, --comohiciera ciento cincuenta años antesnuestra vecina Elvira Muñoz,que donó El Cortijo de Santa Ana al entonces Padre Fray Juan de la Cruz, Rector del Colegio Carmelita de Baeza,para promover el amorcristiano en estas tierras--, Doña Margarita, también vino en pobreza ylegó sus Bienes al Colegio Carmelita de San Basilio en Baeza, a cambio de favores espirituales para ella y su pueblo.
Entre los muchos Bienes donados, conocéis que destacaban la Huerta de la Fuentede Pedro Diaz junto al Guadalimar,la Fuente de los Amores, la Huerta del Fontanar y otras varias de secano en los parajes: Portichuelo,Las Pilas, La Calzada,etc.
Estasúltimas, según Fray Antonio de San Joseph,,Procurador de los Descalzos, totalizaban 62fanegas, de la primera calidad ,que arrendaban a Terrazgo de cinco partes, una. Sin embargo por la incuria de los Guardas queno cumplen las Ordenanzas, el ganado campa a sus anchas por viñas, sembrados, olivas, sin el mínimo respeto ni a Dios,ni a sus Criaturas.
En consecuencia, si hay vecinos que no cultivan sus propiedades por el descuido del ganado, menosvan a labrar las de manosajenas, seande Seculares o de Eclesiásticos. --Queridos Amigos, cuando leía su alegato que hacemos Público en la Cartela de la Colegial, sentía una gran desazón--.Las dieron a Dn Gil de Quesada y con lo que entregaba a su voluntad, no daba para las Reales Contribuciones, ni para las UltimasVoluntadesde Doña Margarita:
. Tres misas Cantadas con Acólitos y Turiferario: A primeros de Año, Dulce Nombre de Jesús; el 14 de diciembre , la de San Juan de la Cruz y el Día de los Difuntos con Vigilia.
. Treinta y Tres Misas Rezadas.
. Diezmo por Administración y Viajes para efectuar la Cobranza..
Queridos fieles, quisiera que hicierais una reflexión. Por San Anton, por la Fiesta de Nuestro Patrón San Benito, por la Fiesta de Nuestra Señora de la Asunción y Santus Spiritu y otras, se reparte Caridad y Limosna. Esta última Cofradía dona un toro de 600 reales de vellón y 432 r. enpan para acompañarlo.
La Caridad está bien, pero ¿por qué no protegemos a los que poco o nada tienen?, ¿por qué somos tan rigurosos en los Diezmos con sus mínimas haciendas y arrendamientos y cuán permisivos en el cumplimiento de las Ordenanzas conlos Grandes Ganaderos?, ¿Por qué no repartimos algo de las partes montuosas comunales -Dehesa de Montizón, Nuevade los Altos, de la Vega--, entre los pobres , algunos de solemnidad,para que las roturen y se beneficien ?
¡Ojalá quepronto la simiente produzca el ciento por uno en esas Nuevas Tierras!¡Seamos como el Buen Pastor que cuida de sus ovejas! ¡ Hermanos, cumplamos los Mandamientos de Ley de Dios! . Así sea.
Después, el día transcurría con su rutina escolar, hasta la hora en que las campanas llamaban al Angelus.En la Colegial cesaba todo quehacer yse rezaba generalmente en grupos en el Aula, Claustro, Iglesia, el Atrio, La Plaza y en especial en las labores del campo. Muleros, cuadrillas de aceituneros, trajineros, tejedoras,... Todo el mundo de pie y orientando su mirada hacia la esbelta torre de la Colegial rezaban:
Angelus Domini nuntiavit Mariae
Et concepit de Spiritu Sancto.
Ave Maria, gratia plena, Dominus tecum. Benedicta tu in mulieribus, et benedictus fructus ventris tui, Iesus. Sancta Maria, Mater Dei, ora pro nobis peccatoribus, nunc et in hora mortis nostrae. Amen.
Realizada la Oración del Angelus, fui al encuentro de mi tío en La Plaza, paseaba al sol de Primavera con otros Canónigos. Le comentéque por la mañana en la lección de Exégesis Bíblica se había tratado el Evangelio de San Juan, en concreto el Libro de La Apocalipsis.Versaba – le dije-- sobrelas Postrimerías o el Final de los Tiempos,y donde aparecía un Jinete en un Caballo Blanco, que combatía contra el Mal. Yo no entendía aquello, pero al instante lo relacioné con el Señor Santiago en la escultura del frontispicio de la Colegial .
--Me repondió – ¿Sabes que eltío Jorgede la Mesa Capitular, ha sido enviado por elBr. Abad al Santuario Castillo de Uclés, sede de la Orden de Caballería de Santiago?.
En este punto acabaron los infolios que transcribo. Rebuscaré por otros chineros Archivos del Pueblo
CARTELA DE LA COLEGIAL
Alegato completo de Fr. Antonio de San Joseph, tras enumerar algunos de los pagos que les fueron legadosAl suscribirse a Blogs, te enviaremos un correo electrónico cuando haya nuevas actualizaciones en el sitio para que no te las pierdas.
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